El trueque, todos tenemos algo que cambiar

el trueque todos tenemos algo que cambiar
el trueque todos tenemos algo que cambiar

La historia ha reflejado que el trueque pudo iniciarse durante el periodo neolítico, cuando la humanidad abandonó su tradicional estilo de vida nómada y se asentó en varias regiones a cultivar la tierra, algunas familias se interesaron por intercambiar artículos que tenían pero que no necesitaban, por otros que no tenían pero que sí necesitaban realmente.  Estas personas poseían muchísimos alimentos por lo que se vieron en la necesidad de aprovechar el excedente. Así pensamos que fue naciendo el trueque o intercambio en el mundo.

Años más tarde en Asia y Europa, las personas viajaban para así comercializar productos que ellos mismos elaboraban, como las pieles y artesanías, e intercambiarlos por seda o perfumes. Distintos libros y páginas de internet indican que uno de los productos básicos en aquel entonces era la sal, ya que cumplía un sinfín de funciones, especialmente en la conservación de alimentos. Inclusive, el pago por el trabajo de un individuo podía ser con este elemento ¿Interesante no?

Aunque el trueque o intercambio en su momento fue una gran solución a los excesos de productos, con el paso del tiempo pasó a ser una práctica poco viable. Esto se debió a que algunas personas no necesitaban lo que la otras disponían para el cambio, o establecer el valor de los productos era bastante difícil. No obstante, para solventar esa situación se tomó un producto como valor referencial (un bien que sirviera para regular los intercambios). Al principio se usó el ganado y el trigo para dar un valor a los artículos, por ejemplo: una vaca se podía conseguir si se ofrecía una cantidad considerable de trigo, es cierto que seguía siendo un trueque, pero el sistema era más sencillo y justo. 

Diversas sociedades ya utilizaban el oro, bronce, plata o hierro, para llevar a cabo el trueque o intercambio. Al llegar estos elementos, hubo cambios, ya que eran productos que no se dañaban y se podían almacenar por más tiempo, especialmente la plata y el oro. Con estos métodos, el uso de la moneda protagonizó las transacciones comerciales.

Entonces, se puede decir que con la llegada de la moneda el trueque o intercambio perdió algo de popularidad. Según historiadores, esto fue una propuesta del rey para lograr simplificar el cobro de los impuestos reemplazando el ganado, trigo y otros productos, por monedas elaboradas entre una mezcla de oro y plata.

Ahora bien, a pesar de lo que sucedió en ese siglo, en muchas otras comunidades el trueque o intercambio se mantuvo y de hecho sigue vigente. Es de suma importancia resaltar que, algunas naciones del mundo han implementado esta acción como medida para atenuar la inflación. Un vivo ejemplo de esto es Francia, resulta que durante el año 2017 se dio a conocer sobre una tienda con el objetivo de entregar y adquirir artículos o bienes sin gastar un solo euro. Dicho establecimiento se preocupó por el medio ambiente y la reutilización de artículos, poniendo en marcha una economía circular

Por otro lado, los argentinos ya contaban a principios del siglo XXI con más de 400 clubes de trueque, que llegaron a alcanzar los 2,5 millones de usuarios. Aunque su uso tuvo una decaída desde el año 2004, todavía sigue utilizándose esta forma de economía solidaria.

Ventajas del trueque o intercambio que debes conocer 

En ocasiones, el trueque es utilizado por empresas en mercados de intercambio, para la empresa es más factible el pago en producto (elaborado por la misma empresa), que en dinero. Con este caso, quisimos mencionar las más relevantes ventajas del trueque:

  • Disminuye la necesidad de liquidez.
  • Optimiza los resultados del negocio.
  • Reducción de gastos.
  • Amplía los canales de venta.
  • Se reducen los costos.

En conclusión, todo el origen del trueque o intercambio suele ser un evento excitante en la historia de la humanidad, porque sencillamente fue y sigue siendo una gran solución. Venezuela es la prueba ferviente de esto, recordamos que durante los años 2017-2018-2019, en los mercados populares de distintos estados, era muy común ver pequeños carteles con la frase “Se hacen trueques”; el sueldo mínimo, la escasez de efectivo, y el poco poder adquisitivo de los venezolanos, ha traído consigo que sea más difícil comercializar productos en moneda local. Algunos reportajes que fueron televisados en los años ya mencionados, revelaron distintos testimonios de comerciantes, quienes indicaron que las personas cambiaban arroz, pasta, o aceite por un cartón de huevos, o varios productos por verduras u hortalizas. Debido a la difícil situación, el trueque se conocía como una alternativa “satisfactoria” de intercambio comercial

El trueque en el siglo XXI

Durante los tiempos de crisis se debe buscar la manera de reinventarse, sí quizás suene demasiado trillado, pero es así.  En la actualidad, el trueque se ha transformado de práctica milenaria a tendencia “millennial”, ahora intercambiar artículos, bienes y servicios llegó a ser un modelo de negocio más popular que de costumbre. Hagamos énfasis un poco sobre el intercambio de conocimientos, este no tiene límites ni económico, ni geográfico, tampoco cultural. Es decir, en pleno siglo XXI puedes ofrecer tus conocimientos de manera virtual y obtener otro servicio que necesites a cambio. Por ejemplo: Si eres profesor de inglés y necesitas terapia psicológica, pero no cuentas con el dinero suficiente para pagar dicha terapia, realizar una negociación e intercambiar servicios es totalmente válido. 

Lo mismo sucede con los artículos, seguramente tienes miles de cosas guardadas que nunca pudiste vender, pero que siguen en perfecto estado ¿Qué puedes hacer? ¡Muy fácil! Unirte a la modernidad del trueque o intercambio, que para fortuna de muchos ha tomado fuerzas nuevamente. 

Para nadie es un secreto que se está consumiendo mucho contenido virtual a través de las redes sociales, páginas web, entre otros. Es por esta razón que microempresarios y empresarios han preferido libremente el trueque como una alternativa distinta para el ganar-ganar. Recuerden, la era del intercambio digital o trueque seguirá dando de qué hablar ¡Aprovéchalo!

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